Los estándares ESG en Colombia: Novedades Regulatorias y el Atractivo de las Inversiones Sostenibles

Las inversiones sostenibles constituyen uno de los segmentos de mayor crecimiento en los mercados bursátiles y financieros, impulsadas por el aumento significativo de la conciencia sobre el medio ambiente, la sostenibilidad y el cambio climático, así como por el creciente protagonismo de la responsabilidad social corporativa. En esta línea, se vienen desarrollando diversos estándares ambientales, sociales y de gobierno corporativo[1] (“ESG” por sus siglas en inglés: Environmental, Social, and Governance), que sirven de criterios orientadores al momento de invertir en proyecto o una empresa.

Los criterios ESG

El componente ambiental dentro de los criterios ESG evalúa el impacto que genera la operación empresarial sobre los ecosistemas, incluyendo
aspectos como la eficiencia en el uso de los recursos naturales y la reducción de emisiones contaminantes. En cuanto al componente social,
este se enfoca en examinar la forma en que la organización contribuye al bienestar colectivo, por ejemplo, mediante la promoción de condiciones
laborales justas y el respeto por la inclusión y la diversidad.

Finalmente, el criterio de gobernanza se orienta a verificar la existencia de mecanismos institucionales que garanticen una gestión ética y transparente, considerando factores como la composición del órgano directivo y la protección de los derechos de los accionistas.

Los criterios ESG no tienen carácter vinculante por sí mismos, ya que no están incorporados en tratados, convenciones o normativas nacionales. Sin embargo, algunos Estados y organismos internacionales — incluyendo a Colombia, como se analizará más adelante— han promovido su adopción como parte de las prácticas de sostenibilidad empresarial. Asimismo, muchas compañías, motivadas por una creciente conciencia ambiental y un sentido de responsabilidad social, han optado por incorporar voluntariamente estos criterios con el objetivo de fortalecer su competitividad y asegurar un desempeño sostenible a largo plazo.

Lo anterior se explica porque, en muchos casos, el cumplimiento de los estándares ESG se ha convertido en un factor determinante para los fondos de inversión, ya que estos criterios permiten una evaluación más integral del desempeño ético y sostenible de las empresas. En 2022, una encuesta realizada por PwC[2] reveló que el 44 % de los inversionistas institucionales rechazaron o aplazaron propuestas de inversión debido a la ausencia de iniciativas empresariales orientadas al fortalecimiento de prácticas ESG. En el caso colombiano, ColCapital[3] indica que el 88,7 % de los fondos de inversión considera tener en cuenta estos criterios al momento de tomar decisiones de inversión, y el 81,1 % estaría dispuesto a descartar una oportunidad si no se cumplen prácticas alineadas con los ESG. Esto demuestra que, para muchos inversionistas, la sostenibilidad no es únicamente una cuestión ética, sino también una estrategia clave para mitigar riesgos y garantizar la viabilidad de las inversiones a largo plazo.

 

El caso colombiano

En Colombia, ya se han realizado esfuerzos significativos para emitir regulaciones que incluyan los estándares ESG, con pronunciamientos de entidades como la Superintendencia Financiera y la Superintendencia de Sociedades. La Superintendencia Financiera, mediante la Circular Externa 031 de 2021[4], estableció un marco obligatorio para la revelación de información sobre asuntos sociales y ambientales de emisores de valores, aplicable a partir de 2024. Asimismo, la Superintendencia de Sociedades, a través la Circular Externa 100-000002 del 14 de marzo de 2025, que incluye el reporte de sostenibilidad (08) y elimina el reporte de Prácticas Empresariales (42), promueve que algunas de las compañías bajo su vigilancia reporten sus prácticas de sostenibilidad empresarial, integrando diversos criterios ESG en sus informes.

En este contexto, los criterios ESG se configuran no solo como una referencia ética, sino como un instrumento estratégico de gobernanza empresarial. Su incorporación progresiva al marco regulatorio colombiano y su creciente importancia para los actores del mercado evidencian que las empresas que integran prácticas sostenibles en su modelo de negocio están mejor posicionadas para afrontar los nuevos desafíos regulatorios y de inversión que imponen las regulaciones y los mercados

[1]  Emily Ulrich, “Entendiendo las inversiones según los criterios ESG”. S&P Dow Jones Indices (2016): 1-13

[2]  PwC. Asset and Wealth Management Revolution 2022: Exponential Expectations for ESG. 2022

[3] Asociación Colombiana de Capital Privado, “Motor de crecimiento económico”. Industria de Capital Privado en Colombia 2021-2022 (2023)

[4] Superintendencia Financiera de Colombia. Circular Externa 031 de 2021: Instrucciones relativas a la revelación de información sobre asuntos sociales y ambientales, incluidos los climáticos (diciembre 22 de 2021).

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