La potencial integración entre Millicom y Telefónica ha generado diversas opiniones respecto a su conveniencia, destacándose principalmente la perspectiva de que esta operación podría representar una oportunidad para equilibrar el mercado en el que ambas operan y en el que otra empresa ha ostentado una posición de dominio durante años. Según esta corriente, la integración podría promover niveles de competencia más robustos, lo que resultaría en beneficios significativos para los consumidores.
Sin embargo, es fundamental no pasar por alto los riesgos potenciales que una integración de esta naturaleza podría generar en términos de competencia, especialmente en lo relacionado con los efectos coordinados. Esto, considerando que el riesgo de efectos unilaterales sería mínimo, dado que, incluso tras la operación, la empresa que actualmente ostenta la posición dominante en el mercado seguiría siendo líder en términos de participación.
Si la operación de integración entre Millicom y Telefónica sigue adelante, la posibilidad de que se produzcan efectos coordinados es una preocupación legítima que debe ser abordada con rigurosidad por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio – SIC como autoridad de protección de la competencia. Estos efectos coordinados se refieren a la situación en la que, como resultado de la integración, las empresas que permanecerán en el mercado pueden encontrar más fácil, de forma explícita o implícita, coordinar su comportamiento, reduciendo la competencia real y perjudicando a los consumidores.
En otras palabras, los efectos coordinados se refieren a aquellos que incentivan la interacción coordinada entre el ente integrado y sus competidores, lo cual puede influir no solo en los precios, sino también en otros aspectos como la capacidad de producción y permitir prácticas como el reparto del mercado.
Frente al análisis de efectos coordinados, vale la pena destacar que en una decisión hito en la que tuve la oportunidad de participar, la Resolución No. 62288 de 2018, la SIC desarrolló una innovadora herramienta cuantitativa diseñada para evaluar posibles efectos coordinados.
En esta resolución, la SIC advirtió que los criterios utilizados en decisiones previas que involucraron el análisis de efectos coordinados presentaban diferencias metodológicas, lo que evidenciaba la falta de consenso o de un criterio objetivo unificado para examinar estos factores.
Esta herramienta, denominada “Calculadora de Riesgos de Efectos Coordinados – CREC”, permite analizar una serie de factores clave inherentes al mercado relevante, las relaciones transaccionales que tienen lugar dentro de él, así como su entorno económico general.
Entre los factores considerados se incluyen la estructura del mercado, el nivel de concentración, las barreras de entrada, la capacidad de las empresas para monitorear el comportamiento de sus competidores, y la facilidad con la que pueden castigar a aquellos que no se alineen con el comportamiento coordinado.
La creación de esta herramienta representa un avance significativo en el análisis de integraciones económicas. A partir de ella, la SIC puede cuantificar de manera más precisa la probabilidad de que una integración genere efectos coordinados.
Este análisis no solo es más robusto, sino también más transparente y objetivo, permitiendo decisiones informadas que equilibran los beneficios de la integración con la necesidad de mantener un mercado competitivo.
El desarrollo y aplicación de esta herramienta envía un mensaje claro: Millicom y Telefónica deben estar preparadas para demostrar que su integración no dará lugar a un comportamiento coordinado que podría perjudicar a los consumidores a largo plazo.